El pasado mes de abril, el gigante Starbucks se vio envuelto por un debate sobre el sesgo racial cuando ocurrió un incidente en uno de sus restaurantes de Filadelfia. El supervisor de la cafetería acusó a dos hombres afroamericanos de entrar sin autorización; Se llamó a la policía, los hombres fueron arrestados injustamente y el clamor llegó a nivel nacional.
En un mundo cada vez más digitalizado, el contacto directo con otras personas se está perdiendo. Las empresas están haciendo grandes esfuerzos para crear y promocionar su identidad. Aún así, la experiencia física sigue siendo algo relevante en la relación con los clientes, y nuestros empleados son la principal cara visible de la empresa, y la fuente más fiable y creíble para hablar con nuestra organización.
Cada mes de abril los profesionales de la salud "celebran" (¿es posible que esa sea la palabra adecuada?) el mes de la concientización sobre estrés; y específicamente hablando en este caso, estrés laboral.
A diario estamos en contacto con múltiples herramientas con software diverso, como plataformas de comunicación, programas de gestión, aplicaciones móvil, servicios web, etc. En un entorno digital, lo que a priori se plantea para mejorar la productividad, puede acabar creando ineficiencias por saturación de trabajadores. Por muy buenas que sean las herramientas, si es tedioso acceder a ellas e implica acceder a través de diferentes plataformas, puede alargar innecesariamente cualquier proceso de trabajo.
Incorporar nuevas herramientas digitales siempre supone un gran reto para cualquier empresa . Cuestiones como, ¿cómo hacer que las nuevas tecnologías se empiecen a utilizar en empresas en sectores que suelen ser reacios a adopción de herramientas modernas? ¿Cómo hacer el proceso atractivo y divertido para el trabajador? ¿Qué características necesita el nuevo software? ¿Quién debe liderar el proceso de evaluación de alternativas?
La digitalización del puesto de trabajo es un proceso imparable y que implica un cambio de mentalidad, pero en general se puede afirmar que el trabajo es ya mayormente digital. No importa lo físico que todavía pueda parecer, sobre todo en sectores con tiendas, hoteles, restaurantes y fábricas, la columna vertebral de lo que hacemos en nuestro puesto de trabajo a diario es cada vez más electrónica.
Mejorar la comunicación de los empleados se ha convertido en el Santo Grial, no solo para los responsables de comunicación interna empresarial, sino que también para Recursos Humanos, Operaciones y Dirección, etc.
La experiencia como empleado de nuestra empresa juega un papel vital en el presente y futuro de nuestra organización. Este artículo aborda su importancia y el rol de la comunicación interna empresarial para mejorar la satisfacción de los empleados con nuestra marca, y cómo esta influye también en la experiencia del cliente.
En los últimos años la forma en que trabajamos ha evolucionado, especialmente si comparamos con 15 años atrás. Las oficinas, los roles, herramientas y hasta las expectativas de los trabajadores han experimentado cambios sustanciales. Los empleados ya no son vistos como trabajadores pasivos sino como comunicadores activos, que pueden influenciar y cambiar una organización (Madsen, V. T., 2016).
Los asociados de primera línea que se esfuerzan en mejorar las operaciones de servicio comentan que necesitan más preparación mental, posibilidades de interacción y una cultura de confianza, respeto y un espíritu más abierto hacia nuevas ideas y recursos.